El Gurugú

Los vecinos de la calle alta en la villa de Cantabrana, conocen bien la única casona que supera en altura la de la torre y espadaña de la iglesia de Santiago Apóstol de la villa de Cantabrana. Aunque presenta una imponente sillería, su estado en uno de los laterales con grandes grietas y falta de relleno en los portantes, está prácticamente en ruinas.
En sus buenos tiempos, como era lo habitual en este tipo de edificaciones caderechana, en la parte inferior, estaban las cuadras con los bueyes para las labores del campo y alguna vaca, que proporcionaba leche al hogar y la comerciaban con el resto de vecinos.
Conocida como la casa del Gurugú, por ser la casona que tiene la cota de mayor altura en la villa de Cantabrana. No hay unanimidad sobre la procedencia de dicho término según contaban los mayores de la villa de hace muchos años. En esta denominación tan peculiar “El Gurugú” caben todas las hipótesis, según una parte de la vecindad de la villa de Cantabrana ve con buenos ojos la leyenda popular, cuyo origen posiblemente se genere en las primeras décadas del pasado siglo. En ella atesoran que fue debido a que algún vecino, en su día conoció el monte Gurugú del norte de Marruecos. Quién sabe si estuvo en la guerra del Rif, o hizo el servicio militar en la costa marroquí, no hay nada concreto. Otros vecinos optan porque dicha referencia era por uno de los montes en Alcalá de Henares, provincia de Madrid. El nombre del Gurugú, se quedará para siempre con los Cantabranenses, aunque su origen sea incierto.

 
		 
			 
			 
			 
			 
			