La calle del rio

La Calle del río, una de las más pintorescas de la villa de Cantabrana, donde en muy poco espacio se reúnen las características que dan una personalidad propia a esta villa.

Si caminamos hasta el final de esta calle, nos sorprende con unas bonitas vistas de la vega, también llamados linares, huertas hoy en día, regadas por el río Ojeda, conocido desde antaño como “río Caderechano”. Se vincula esta calle a la antigua entrada del camino real que llegaba desde Bentretea a Cantabrana.

Llegados a este punto, donde descendemos al rio, podemos observar en la casona de la izquierda una especie de ventana estrecha, nos recuerdan a las aspilleras defensivas del medievo. Así mismo, en la derecha como sujetando toda la estructura del muro un contrafuerte, que nos puede dar una idea, de cómo sería en su día una hipotética muralla que protegía y sustentaba a las casonas asentadas en ese lienzo, en la antigua villa de Cantabrana.

Volvamos hacia el centro de la villa donde hubo una gran transformación en el siglo XVIII, veremos las casonas con sus arcos de medio punto. Las cruces y las rosas hexapétalos, testigo mudo de las de cantería, como protección de los hogares. Las típicas estructuras típicas caderechanas, es el resultado de la necesidad de los vecinos en afrontar sus necesidades diarias, tengamos en cuenta que la actividad del valle y en concreto en la villa de Cantabrana se repartía entre la explotación de la tierra con los viñedos, regadíos y linos, y la arriería, tampoco debemos olvidar la explotación de la cantera jurásica, que se presenta impetuosa en la entrada del pueblo.

Estas casonas, destacan por su magnífica sillería de tres alturas, con entramados reforzados por armazones de madera, yesones con piedra de toba y cantos menudos de piedras. También podemos observar que es utilizado el   conocido bloque de adobe, muy utilizado en la Bureba, mezcla de barro arcilloso con paja, secado al sol. Los magníficos arcos de medio punto, dan esa presencia señorial a esas edificaciones tan imponentes. Estos arcos nos dan acceso al espacio de la planta baja para el almacenamiento de fruta (destaca la manzana reineta y las cerezas), además de compartimentos de los establos para las vacas, yeguas o cerdos.

Otra de la singularidad de esta calle del rio, es que es muy posible que sea el barrio más antiguo de la villa de Cantabrana, si la villa es citada por primera vez en la documentación de la Fundación del Monasterio de San salvador en Oña en el 1011, encontramos en los interiores de estas casonas bodegas con arcos de medio punto, pero también algunos arcos ojivales o apuntados realizados en sillería, característicos de la arquitectura gótica en la baja edad media a partir del siglo XII. Es claro que las bodegas fueron muy anteriores a la renovación que se generalizó en la villa de Cantabrana en el siglo XVIII.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *