Recorriendo sus estrechas calles, encontramos en su
núcleo urbano una arquitectura popular que se
caracteriza por el empleo mixto del entramado de
madera y relleno de adobe y piedra; y por otro el
empleo de sillería y mampostería.

Cabe destacar el afán decorativo de los canteros
que trabajaban en Cantabrana en el siglo XVIII, es
difícil encontrar un dintel sin ningún elemento
decorativo. todos son distintos, aunque con un
elemento común, una gran cruz, en alto o bajo
relieve, y casi todos lucen pequeñas rosetas, de
cuatro o seis pétalos, así como cruces menores.

Parece evidente que estos conjuntos decorativos son
de carácter religioso y tienen una finalidad
apotropaica y cristiana, según la teoría de Elías
Rubio Marcos reflejada en su articulo «Cantabrana,
las casas protegidas»